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lunes, 23 de junio de 2008
Merece la pena extender una carta escrita al Señor Rajoy por todo Internet para ver si llega a sus manos y se enrrojece .(Escrita desde el blog de José María Llanos ) .
Carta abierta al Sr. Rajoy: ¿le han engañado, o se ha dejado engañar?
Sr. Rajoy, lo siento muchísimo pero ya no es creíble su discurso del sábado por la tarde. ¿Cómo que no ha cambiado sus principios?; entonces, ¿por qué se ha ido Zaplana, Acebes, María San Gil, Ortega Lara, etc., etc.? ¿por deporte?, ¿por falta de “compromiso”? ¿De ellos o de usted? Es que le vi la cara, Sr. Rajoy, cuando hablaba de que “creo en la familia”. Ni yo lo hago peor jugando al “poker”. Antes sí le creía, se lo juro; antes sí creía que usted defendía la familia; pero ahora no puedo creerle. Y es muchísimo más difícil (si no imposible) volver a convencer que haber convencido. Ni en mis peores pesadillas pude imaginar que oiría algún día un discurso tan vacío, tan vacuo, tan superfluo, como el que mantuvo en sus respuestas a la entrevista que le hicieron en Antena 3 hace unos días.Nunca pensé que oiría a un máximo dirigente del Partido Popular “no diciendo NADA”, como estamos acostumbrados a ver en el PSOE. Nunca pensé que oiría a un portavoz del PP (en este caso, “portavoza”) diciendo tantas “tonterías”, tantas vaciedades, tantas nonadas, tantas ñoñerías en un congreso ¿serio? Ser político no es tener un cierto coeficiente intelectual: es, a mi juicio, primero, creérselo, tener espíritu de entrega, de servicio leal y real a España; y segundo, CREERSE el discurso. Y nunca pensé que usted hablara de “principios”, pero no se atreviera a definirlos: “¿centro, moderado, no extremista, el centro es una voluntad, lo demás es un catecismo doctrinario?”. Disculpe, Sr. Rajoy; ¿dónde está lo que usted sabía de política; no de politiqueo, no, de política? Y habla usted de quienes compartan sus principios … , pero ¡¡¡cuáles, Sr. Rajoy, cuáles!!!Pero cómo que “en esta casa caben TODOS”; ¿es que el Partido Popular es un desguace, un cajón desastre, un totum revolutum? Que Dios nos coja confesados. ¿Dónde queda la “IDENTIDAD”, la razón de ser, la “definición”, el saber a qué atenerse, el por qué van a pedir el voto a los españoles? INCREÍBLE. No he oído nada de fondo este fin de semana, en las declaraciones de quienes sostienen los fasces y los líctores del poder en el Partido Popular. Y no me parece concebible ver a Aznar, Mayor Oreja y a Acebes, por un lado, y a usted, Sr. Rajoy, por otro. ¡Tanto tiempo, tanta gente, ha votado al Partido Popular …!: unos por convicción, otros tapándose la nariz, y otros por el mal menor; pero los españoles ya han llegado al extremo de lo soportable (igual aún nos queda más por ver, no sé), y como ha dicho Acebes, “menos PP no son más votos”.Son sólo falsas verdades, publicidad maliciosa y malintencionada, apoyos de quien nunca votará al PP, enfados, crisis, problemas graves, pérdida de identidad, absoluta DESFRAGMENTACIÓN de una verdadera ideología, de una real VERDAD, que es el humanismo cristiano (mezclado, para bien, con el liberalismo conservador, pero no con el fariseísmo y la hipocresía). Sr. Rajoy: “muchííísimos” votantes fieles del Partido Popular “aceptaron” su candidatura sin convencimiento, simplemente porque formaba parte del verdadero PP que ilusionó; ahora se ha desvinculado, se ha marchado hacia un lugar en el que no va a encontrar a las personas del Partido Popular.Pueden soñar tanto usted como el ¿socialdemócrata? Sr. Ruiz Gallardón (¡cuántos años de mi juventud admiré y respeté esos apellidos!) en conseguir votos de algunos ciudadanos: “Buenafuentes, Sardás, Sopenas, Iglesias”, etc., pero lo que no va a conseguir, ni soñando, es el voto leal de quienes “han pagado su sueldo” durante tantos años. ¿Cómo se puede perder tan gravemente la visión de futuro? ¿Cómo se puede uno engañar por “amigos no leales”, que quieren su silla? ¿Cómo puede haberse engañado usted, en todas sus actitudes y aptitudes?Sr. Rajoy: según muchos, usted no ilusionaba demasiado (digo como candidato, porque todos sus votantes sí confiaban en su valía política, en su experiencia, y en su buena fe); sin embargo, más de diez millones de ciudadanos le dieron su confianza (a pesar de TODO), confianza que ha usado, a mi juicio, para “deshacerse” de compañeros que le llevaron al lugar que ocupa, compañeros que nunca le intentaron hacer sombra, que respetaron la situación (rebus sic stantibus), a quienes los votantes entendían, y con quienes se sentían identificados. ¿De verdad cree usted que los votantes del Partido Popular (no me refiero sólo a los dos millones de la COPE que a usted le ¿molestan?) aceptan que se rodee de quienes han “traicionado” las raíces del Partido? Muchos soñaban un futuro en el que “la niña de Rajoy” pudiera participar en una sociedad “amable, razonable, humanista, con valores al menos de respeto a la dignidad humana, con una visión antropológica entendible”; sin embargo, le han convencido de que irse hacia la izquierda es ganar votos, de que lo importante “es ganar como sea”.Y NO ES CIERTO. El Sr. Aznar no ganó con los ideólogos de la izquierda, no ganó porque se movió de su sitio; ganó porque España, ¡entérese de una vez!, no es de izquierdas, ni de derechas. Es de quien ilusione, de quien convenza, de quien consiga ofrecerle algo con sentido. E irse a la izquierda no es el camino. Todos los días me pregunto ¿qué le puede pasar a un político para perder de esa manera tan radical su norte? ¿No se da usted realmente cuenta de que así NUNCA VA A GANAR LAS ELECCIONES? ¿Cuántos votos espera ganar en la izquierda, a costa de perder dos millones de los “de casa”? ¿Quién le ha engañado tan malintencionadamente? ¿Sabe que ésos sólo esperan recoger sus “restos”?Sé que es duro mi mensaje, sé que es fuerte; a mí no me gustaría recibir este escrito, pero yo no soy político, ni he dado este absurdo viraje sin sentido. No es tarde; céntrese, pero céntrese de verdad, por favor, se lo suplico, y esos dos millones de votos que “siempre ha tenido seguros” (y muchos más), volverán a ser suyos. En caso contrario, no confíe en el voto cautivo, porque una vez se rompen las cadenas, ya no hay marcha atrás. Sus votantes no son “tontos”, ni comen la sopa con tenedor. No por ahí, Sr. Rajoy; por ahí, ni hablar.¿No le resulta extraño que quienes le piden que mantenga sus principios son precisamente los que no le disputan la silla, y sin embargo se relaman lo labios (ni siquiera tienen la delicadeza de hacerlo a escondidas), quienes ahora le apoyan, confiando en su “batacazo”?
¡¡¡¡PÁSALO!!!!
Saludos .
Carta abierta al Sr. Rajoy: ¿le han engañado, o se ha dejado engañar?
Sr. Rajoy, lo siento muchísimo pero ya no es creíble su discurso del sábado por la tarde. ¿Cómo que no ha cambiado sus principios?; entonces, ¿por qué se ha ido Zaplana, Acebes, María San Gil, Ortega Lara, etc., etc.? ¿por deporte?, ¿por falta de “compromiso”? ¿De ellos o de usted? Es que le vi la cara, Sr. Rajoy, cuando hablaba de que “creo en la familia”. Ni yo lo hago peor jugando al “poker”. Antes sí le creía, se lo juro; antes sí creía que usted defendía la familia; pero ahora no puedo creerle. Y es muchísimo más difícil (si no imposible) volver a convencer que haber convencido. Ni en mis peores pesadillas pude imaginar que oiría algún día un discurso tan vacío, tan vacuo, tan superfluo, como el que mantuvo en sus respuestas a la entrevista que le hicieron en Antena 3 hace unos días.Nunca pensé que oiría a un máximo dirigente del Partido Popular “no diciendo NADA”, como estamos acostumbrados a ver en el PSOE. Nunca pensé que oiría a un portavoz del PP (en este caso, “portavoza”) diciendo tantas “tonterías”, tantas vaciedades, tantas nonadas, tantas ñoñerías en un congreso ¿serio? Ser político no es tener un cierto coeficiente intelectual: es, a mi juicio, primero, creérselo, tener espíritu de entrega, de servicio leal y real a España; y segundo, CREERSE el discurso. Y nunca pensé que usted hablara de “principios”, pero no se atreviera a definirlos: “¿centro, moderado, no extremista, el centro es una voluntad, lo demás es un catecismo doctrinario?”. Disculpe, Sr. Rajoy; ¿dónde está lo que usted sabía de política; no de politiqueo, no, de política? Y habla usted de quienes compartan sus principios … , pero ¡¡¡cuáles, Sr. Rajoy, cuáles!!!Pero cómo que “en esta casa caben TODOS”; ¿es que el Partido Popular es un desguace, un cajón desastre, un totum revolutum? Que Dios nos coja confesados. ¿Dónde queda la “IDENTIDAD”, la razón de ser, la “definición”, el saber a qué atenerse, el por qué van a pedir el voto a los españoles? INCREÍBLE. No he oído nada de fondo este fin de semana, en las declaraciones de quienes sostienen los fasces y los líctores del poder en el Partido Popular. Y no me parece concebible ver a Aznar, Mayor Oreja y a Acebes, por un lado, y a usted, Sr. Rajoy, por otro. ¡Tanto tiempo, tanta gente, ha votado al Partido Popular …!: unos por convicción, otros tapándose la nariz, y otros por el mal menor; pero los españoles ya han llegado al extremo de lo soportable (igual aún nos queda más por ver, no sé), y como ha dicho Acebes, “menos PP no son más votos”.Son sólo falsas verdades, publicidad maliciosa y malintencionada, apoyos de quien nunca votará al PP, enfados, crisis, problemas graves, pérdida de identidad, absoluta DESFRAGMENTACIÓN de una verdadera ideología, de una real VERDAD, que es el humanismo cristiano (mezclado, para bien, con el liberalismo conservador, pero no con el fariseísmo y la hipocresía). Sr. Rajoy: “muchííísimos” votantes fieles del Partido Popular “aceptaron” su candidatura sin convencimiento, simplemente porque formaba parte del verdadero PP que ilusionó; ahora se ha desvinculado, se ha marchado hacia un lugar en el que no va a encontrar a las personas del Partido Popular.Pueden soñar tanto usted como el ¿socialdemócrata? Sr. Ruiz Gallardón (¡cuántos años de mi juventud admiré y respeté esos apellidos!) en conseguir votos de algunos ciudadanos: “Buenafuentes, Sardás, Sopenas, Iglesias”, etc., pero lo que no va a conseguir, ni soñando, es el voto leal de quienes “han pagado su sueldo” durante tantos años. ¿Cómo se puede perder tan gravemente la visión de futuro? ¿Cómo se puede uno engañar por “amigos no leales”, que quieren su silla? ¿Cómo puede haberse engañado usted, en todas sus actitudes y aptitudes?Sr. Rajoy: según muchos, usted no ilusionaba demasiado (digo como candidato, porque todos sus votantes sí confiaban en su valía política, en su experiencia, y en su buena fe); sin embargo, más de diez millones de ciudadanos le dieron su confianza (a pesar de TODO), confianza que ha usado, a mi juicio, para “deshacerse” de compañeros que le llevaron al lugar que ocupa, compañeros que nunca le intentaron hacer sombra, que respetaron la situación (rebus sic stantibus), a quienes los votantes entendían, y con quienes se sentían identificados. ¿De verdad cree usted que los votantes del Partido Popular (no me refiero sólo a los dos millones de la COPE que a usted le ¿molestan?) aceptan que se rodee de quienes han “traicionado” las raíces del Partido? Muchos soñaban un futuro en el que “la niña de Rajoy” pudiera participar en una sociedad “amable, razonable, humanista, con valores al menos de respeto a la dignidad humana, con una visión antropológica entendible”; sin embargo, le han convencido de que irse hacia la izquierda es ganar votos, de que lo importante “es ganar como sea”.Y NO ES CIERTO. El Sr. Aznar no ganó con los ideólogos de la izquierda, no ganó porque se movió de su sitio; ganó porque España, ¡entérese de una vez!, no es de izquierdas, ni de derechas. Es de quien ilusione, de quien convenza, de quien consiga ofrecerle algo con sentido. E irse a la izquierda no es el camino. Todos los días me pregunto ¿qué le puede pasar a un político para perder de esa manera tan radical su norte? ¿No se da usted realmente cuenta de que así NUNCA VA A GANAR LAS ELECCIONES? ¿Cuántos votos espera ganar en la izquierda, a costa de perder dos millones de los “de casa”? ¿Quién le ha engañado tan malintencionadamente? ¿Sabe que ésos sólo esperan recoger sus “restos”?Sé que es duro mi mensaje, sé que es fuerte; a mí no me gustaría recibir este escrito, pero yo no soy político, ni he dado este absurdo viraje sin sentido. No es tarde; céntrese, pero céntrese de verdad, por favor, se lo suplico, y esos dos millones de votos que “siempre ha tenido seguros” (y muchos más), volverán a ser suyos. En caso contrario, no confíe en el voto cautivo, porque una vez se rompen las cadenas, ya no hay marcha atrás. Sus votantes no son “tontos”, ni comen la sopa con tenedor. No por ahí, Sr. Rajoy; por ahí, ni hablar.¿No le resulta extraño que quienes le piden que mantenga sus principios son precisamente los que no le disputan la silla, y sin embargo se relaman lo labios (ni siquiera tienen la delicadeza de hacerlo a escondidas), quienes ahora le apoyan, confiando en su “batacazo”?
¡¡¡¡PÁSALO!!!!
Saludos .9 Comments:
Saludos
Un abrazo, Martha
Por cierto, quedó increíble el nuevo diseño
La prueba mas fidedigna de que se equivoca está en Anguita, que dijo lo mismo ''no importa el candidato, sino el partido, al que van a votar igual''. en parte lleva razon, si cambiaran a ZP por cualquiera, ahora mismo le votarían casi los mismos, pero claro, la IU de Anguita tuvo mas de 2 millones de votos, y la de Llamazares tiene ya poco mas de medio millon.
un saludo!
No hará caso.